miércoles, 27 de julio de 2011

FORTALEZA ECONÓMICA DE LA MUJER: BIEN SOCIAL Y ECONÓMICO NACIONAL

La mujer ha tenido una creciente incursión en el mercado laboral desde la segunda mitad del s. XX a la fecha, y ha tenido también que ir buscando el equilibrio entre el ámbito laboral y familiar.

En México, las mujeres de 14 años y más forman el 42% de la población económicamente activa, el 96% combina sus actividades extra domésticas con quehaceres domésticos y el 25.5% de los hogares son encabezados por una mujer.
Actualmente, existe una percepción de que la mujer exitosa es únicamente aquella que alcanza niveles muy altos en el terreno laboral y aunque es cierto que es una parte de su éxito, lo es también aquella que se encuentra al frente de su familia, haciendo todo lo que está en sus manos para sacar a sus hijos adelante. Y hoy por hoy, las mujeres han tenido que aprender a desarrollarse en ambas esferas, tanto el de la laboral como en la familiar.

Para lograr un desarrollo optimo en ambas, es necesario que cuente con una fortaleza y libertad económica para hacer frente a las necesidades de la vida.
La mujer está consciente de que debe contar con un ingreso que le permita ver por su familia y hacer una correcta distribución del gasto, sin embargo, reconocen que estar dentro del ámbito formal o informal tiene sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, las mujeres que están dentro del ámbito formal preferirían cambiarlo por estar más tiempo con su familia y las que están dentro del terreno informal, quisieran tener las prestaciones y estabilidad que se otorgan cuando están dentro del mercado formal.

En el campo laboral, podrían contar con una mayor fortaleza económica si percibieran el mismo sueldo que los hombres que ocupan puestos de igual rango y responsabilidades, sin embargo, esto no es así pues las mujeres perciben un 30% menos de salario de un hombre en la misma posición y esto también afecta su desarrollo económico y el de su familia.
Por ello, es importante fomentar una cultura  de conciliación y corresponsabilidad. La primera es responsabilidad de empresas, gobierno y cada uno de nosotros.  La corresponsabilidad es competencia de los integrantes de la familia y es la persona quien tiene que empezar a priorizar cada aspecto de su vida. Tanto hombres como mujeres deben entrar en la dinámica para favorecer la conciliación y la corresponsabilidad.

Construye, Observatorio para la Mujer, A.C. tiene la misión de revalorar a la mujer en la familia el trabajo y la sociedad.  A través de la interacción con diversas organizaciones que trabajan a favor de la mujer, obtiene interesantes resultados y propuestas a través de proyecto Opiniones que Construyen.
En esta ocasión, Lorena Rubio, presidenta de INAMAP (Instituto Nacional de Madres Profesionistas), nos comparte su trabajo y su postura frente a la fortaleza económica de la mujer.

Rubio señala que “al ser un gran número de hogares encabezados por una mujer, es importante que ella cuente con una fortaleza e económica para poder sacar sus hijos y familia adelante.
“Impulsamos a la mujer ya sea para su incorporación a alguna empresa o para el autoempleo. Es importante que las empresas fortalezcan el tema de la equidad y la posibilidad de que la mujer tenga flexibilidad en el trabajo y así lograr su incorporación al mercado laboral y familiar.  Buscamos que la mujer sea autosuficiente y que desarrolle sus competencias y habilidades tanto dentro de una empresa como al generar sus propios negocios.

“Es muy importante que la mujer sea revalorada por su importancia dentro de la economía nacional que es del 47% aunque no es todavía equitativa pues las mujeres no participan aún en posiciones de tomas de decisión.”

Por otro lado, la mujer se enfrenta con una dura realidad, y Lorena Rubio lo explica: “la edad de la mujer cuando puede desarrollarse a nivel profesional, es la misma en la que se encuentra en condiciones optimas formar una familia y es su principal dilema. Representa una ruptura porque debe interrumpir su trayectoria profesional para poder dedicarse a su familia. Es una decisión que la mujer toma pero es importante participe en ambos terrenos y el problema es que hay muchas mujeres preparadas que están en casa y que pueden favorecer en el desarrollo de la economía.”
Otro problema, también apunta Lorena Rubio, es que cuando la mujer se quiere reincorporar al mercado laboral ya no “tiene edad” pues algunas empresas  prefieren mujeres por debajo de los 30 años.

 “Hay mujeres que se ven limitadas porque en el campo laboral no se promueve el desarrollo de las competencias de la mujer. Empresarios y gobiernos deben impulsar el desarrollo de la mujer que implica doble esfuerzo para equilibrar ambas esferas.”
“A través de la incubadora de negocios, promovemos el autoempleo de la mujer y fomenta su desarrollo integral. Estamos buscando y ofreciendo alternativas para el desarrollo económico de la mujer. Abrir espacios para que las mujeres concreten ideas y generen ingresos y represente un crecimiento. Resultados favorables puesto que las mujeres son capaces de auto emplearse.”

“La participación de la mujer en la vida laboral, económica, social y política y es algo que también está impulsando INAMAP. Si las mujeres no participan en todos los rubros, no es posible impulsar las iniciativas, políticas, etc.”, concluye Rubio.
En Construye, Observatorio para la Mujer, A.C. además de realizar investigación, fomentamos la fortaleza y participación de la mujer dentro de la economía a través de capacitación, cursos y talleres en donde la mujer ponga en alto su valor, sus capacidades y sea capaz de afrontar los retos actuales para ser el pilar de la familia y de la sociedad.