El 19 de octubre, se ha establecido como el día internacional de la lucha contra el cáncer de mama, y tiene como principal objetivo, crear conciencia sobre esta enfermedad, a nivel global.
Durante todo este mes hemos visto y escuchado, información diversa sobre prevención y cuidados. Así será hasta el último día de octubre.
Al parecer, ya tenemos todos los datos que podríamos necesitar sobre este silencioso mal, sin embargo, en estos tiempos, todo nos pasa rápido y de largo. ¿Realmente sabemos cómo prevenir o cómo enfrentar el cáncer de mama? ¿Nos detenemos y prestamos atención a los mensajes que constantemente aparecen sobre este mal?
En Construye pensamos que no importa cuántas veces se repita un mensaje, y si es para salvar vidas, mucho mejor. Por eso, nos sumamos a la campaña global de la lucha contra el cáncer de mama.
El cáncer de mama es la enfermedad de mujeres más frecuente a nivel mundial. En México, es ya la primer causa de muerte de mujeres de 25 años y más, lo que puede traducirse en 10 fallecimientos al día y 12,000 casos diagnosticados anualmente.
La prevención hace la diferencia
La autoexploración es la clave para vivir o dejar de hacerlo. En primer lugar, no tiene costo alguno y sólo nos toma 4 minutos de un día cada mes.
Es muy importante conocer nuestro cuerpo y saber detectar cuando algo parece anormal. Las mujeres debemos estar muy atentas a todas las señales que nuestro organismo da como avisos de que algo no funciona correctamente. Esto sólo se logra día a día, queriéndonos y cuidándonos.
Prevenir el cáncer de mama y cualquier otra enfermedad, es un reflejo de que nos preocupamos por nosotras mismas y por ende, es un mensaje de amor hacia los seres que nos rodean. En nuestra naturaleza está el proteger a los demás, sin embargo, poco pensamos en que si nosotras no estamos bien, todo nuestro entorno y las pesonas que nos importan tampoco lo estarán.
La prevención es gratuita a nivel monetario y emocional; el atender un cáncer de diagnóstico tardío, por el contrario, tiene un costo económico y personal muy alto, tanto para las instituciones de salud como para la familia.
Entonces, desde la adolescencia, es fundamental realizar el autoexamen. Las mujeres de 25 años y más deben acudir con personal médico calificado para que revisen sus mamas y a partir de los 40 años
practicarse la mastografía una vez por año. También es importante conocer antecedentes familiares, llevar una vida sana y evitar hábitos dañinos para nuestra salud.
Es tarea de todas -madres, hijas, hermanas, esposas y amigas-, alentar a las personas que nos rodean a que se atiendan y apoyen cuando la enfermedad se ha detectado.
Es tiempo de vencer el miedo y dar pasos hacia una vida mejor.
A continuación te presentamos algunas ligas para saber más sobre esta enfermedad; sobre su detección y cómo enfrentarla.
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