Si aún existe alguien que dude de la importancia del valor de la familia y que es la base de una mejor sociedad, no se llama Marisol Valles García.
Con apenas 20 años de edad, siendo estudiante de Criminología, esposa y madre de un niño, fue la única voz que voluntariamente se ofreció a lo que nadie más: ser jefa de la policía del municipio de Práxides G. Guerrero, en Chihuahua, México, una de las localidades más peligrosas de este país por sus constantes disputas entre los cárteles de Juárez y Sinaloa.
Después de platicarlo durante un mes con su familia y esposo, se decidió a asumir esta gran y riesgosa responsabilidad.
Su lema: "cambiar el miedo por seguridad". La transmisión de valores será la clave para recuperar la tranquilidad.
Está decidida a hacer frente a la violencia, y no con el uso de la misma sino acercándose a las familias, madres, padres, hijos y adultos mayores para conocer sus necesidades y entre todos ir reconstruyendo una comunidad armónica, apoyada, claro, de otras mujeres policía. Construye, Observatorio para la Mujer, felicita a Marisol Valles por su determinación, amor a su patria y su valor.
Está decidida a hacer frente a la violencia, y no con el uso de la misma sino acercándose a las familias, madres, padres, hijos y adultos mayores para conocer sus necesidades y entre todos ir reconstruyendo una comunidad armónica, apoyada, claro, de otras mujeres policía. Construye, Observatorio para la Mujer, felicita a Marisol Valles por su determinación, amor a su patria y su valor.
Marisol es la muestra de que la mujer busca trascender por su entrega y compromiso hacia su familia y los demás, en este caso, hacia su país.
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