Es
interesante leer el documento sobre los “Desafíos y logros de los Objetivos de
Desarrollo del milenio para las mujeres y las niñas” que se emitió en México
previo a la Conferencia que se realiza esta semana sobre la Situación de la Mujer
en la ONU, CSW58.
En este
documento se mencionan tres objetivos muy importantes para mejorar la situación
de la mujer en la Región Latinoamericana y del Caribe donde la crisis económica,
la violencia, los conflictos persistentes, y el cambio climático afectan,
retrasan y paralizan las acciones que se hacen para mejorarla. Estos tres
puntos resumidos son:
1) Garantizar
una vida libre de violencia
2) Garantizar
la igualdad en desarrollo de capacidades y distribución de recursos
3) Igualdad
en la toma de decisiones en todos los ámbitos: Público, Privado y familiar (1)
Puntos de
gran importancia, pero que realmente describen efectos o síntomas de problemas más
profundos. Bien sabido es que el tratar solamente de resolver los efectos de
una problemática compleja es malgastar recursos, pues solo desaparecerán temporalmente
o saldrán de alguna otra forma más adelante.
Por lo que,
el documento se vuelve valioso, más que por lo que propone, por lo que omite y así
evidencia la necesidad de un análisis
más profundo, para concentrar los esfuerzos en las raíces de estos “efectos”
que afectan a la mujer .
Esos tres
objetivos tratan de atacar problemas que poseen raíces en común que deben atenderse para poder
alcanzarlos, y que sin atenderlas será prácticamente imposible lograrlo. Además
al atacar las raíces de los problemas que buscan resolver, se prevendrán otros
problemas que están relacionados con ellos.
Esta raíces
se encuentran en vacíos, errores y omisiones en la educación, capacidades sociales,
de autocontrol y de formación de
personalidad de las personas que producen círculos viciosos en las relaciones interpersonales.
En la cultura latinoamericana el lugar donde se desarrollan estos hábitos útiles
es la familia. Primero en los círculos más tempranos de desarrollo personal
como son la FAMILIA y la ESCUELA.
Si en la familia
y la escuela no se construyen hábitos de convivencia, de equidad, de solidaridad
entre otros, no habrá programa social internacional, , acción gubernamental o
ley que imponga una vida libre de violencia, o igualdad en distribución de
recursos o toma de decisiones.
Entonces
surge la pregunta: ¿no estaremos desperdiciando los recursos para alcanzar los
ODM al concentrarlos en cortar ramas de una mala hierba que crecerá de nuevo al
no arrancarla de raíz?
Incluso ¿No
estaremos nulificando los avances que se logran en estos rubros de igualdad al permitir que culturalmente se denigre y nulifique
a la familia, ambiente básico para desarrollar estas habilidades de equidad?
(1)CONSULTA
REGIONAL PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE
Desafíos y
Logros en la Aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para las
mujeres y niñas
Comisión de
la Condición Jurídica uy Social de la Mujer CSW 58
INMUJERES, SER,
ONUMUJERES
México D.F. , 7 febrero 2014
POR CONSTRUYE
Autorizada su divulgscion con mencionar la fuente